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Mostrando entradas de noviembre, 2011

Galletas...

Mummmmmmm, galletas, galletas, galletas... Mi placer y mi tormento. Ay, que soy adicta a morder galletas; digo a morder, porque confieso que no las saboreo, no, no puedo; literalmente engullo. Pero ¿por qué no las aborrezco?, de tanto morder galletas, tengo cara de campurriana. No lo puedo evitar, sé que están en ese armario dichoso que me llama, en esa caja tan bonita que me dice ven, dentro de ese plástico tan ruidoso que, todo hay que decirlo, a veces me impide alcanzar mi tan deseada galleta. Quizás, la solución es cambiar el sitio, cambiar la caja, hacer más ruidoso (si cabe) el envoltorio... Pero de momento, no tengo clara la cura de este "mal"; así que a partir de ahora mi lema será: si no puedes contra ellas, cometelas...

Eterno papeleo...

Si hay algo en este mundo que me produce perrería, eso es, sin duda alguna: el papeleo. Montañas de papeles que hay que rellenar, fotocopiar, entregar, guardar y, sin que se nos olvide, extraviar y volver a rellenar. Que yo preferiría contratar a alguién para rellenarme la agenda, para recordarme que tengo que mirar la agenda, para cumplimentar folletos, cartas, formularios, certificados; pero eah! que la crisis no me deja tener en nómina a nadie para dichos menesteres. Así que, como todo hijo de vecino; tengo que rellenarlos yo; eso sí, que nadie confíe que los conserve en lugar seguro (no tengo lugares seguros). Lección número 2 del día: no me gustan los papeles con sellos y letras porque los pierdo todos, me vuelven loca y despistada, así que no son buenos para mí.

Descarga...

Gritar: Dícese del acto momentáneo de sacar los gérmenes del interior por excelencia. Primera lección del lunes, gritar es igual a descargar. Aunque parece una acción liberadora para uno mismo, los demás no lo toman por igual. No es que una se levante de buena mañana y diga: Ey, que voy a gritar por necesidad, para molestaros; no, en el fondo es un bien personal que se necesita solo de vez en cuando para librarse de males mayores y, por lo tanto, se convierte en un bien colectivo puesto que así evitamos a los demás nuestro mal humor. Así, que mi recomendación para esta semana es: chilla de vez en cuando y libérate; aunque si puedes chillar cuando estas solo mejor que mejor. ¡Qué tengáis feliz semana!

Entre rosas y morados...

Con la llegada del frío, hay partes de mi cuerpo que no responden como deberían, creo que forma parte de una herencia que me regalarón mis queridos antepasasdos; se trata de que mi circulación sanguínea durante las estaciones frías del año, tiene prohibido llegar a la punta de mis dedos; quizás mi sangre tiene complejo de ocupa en según que partes de mí. No sé, el caso es que esta entrada está dedicada a mis queridos dedos, Anular y Meñique, porque no quieren que trabaje, solo quieren quedarse calentitos en mis guantes de lana y no salir, parecen ositos en plena ivernación (¿se escribe así?). Para ser sincera no es que sean unos dedos bonitos cuando están en estado natural, pero por lo menos no son esas morcillas rosas y moradas que tengo ahora. Con amor y cariño para ellos ¡por favor un respiro!

De vuelta...

Ey!! Qué volvemos, como el turrón por Navidad. Mi séquito de muñequitas y yo hemos estado trabajando en obras más grandes; totalmente distintas a lo que os enseño en el blog; pero mis neuronas inquietas tenían mono, tanto que sufro de insomnio porque no me dejan pegar ojo (neuronas + adicción al café = blog) ¡¡Espero que sigáis por aqui!!