Si hay algo en este mundo que me produce perrería, eso es, sin duda alguna: el papeleo. Montañas de papeles que hay que rellenar, fotocopiar, entregar, guardar y, sin que se nos olvide, extraviar y volver a rellenar. Que yo preferiría contratar a alguién para rellenarme la agenda, para recordarme que tengo que mirar la agenda, para cumplimentar folletos, cartas, formularios, certificados; pero eah! que la crisis no me deja tener en nómina a nadie para dichos menesteres. Así que, como todo hijo de vecino; tengo que rellenarlos yo; eso sí, que nadie confíe que los conserve en lugar seguro (no tengo lugares seguros).
Lección número 2 del día: no me gustan los papeles con sellos y letras porque los pierdo todos, me vuelven loca y despistada, así que no son buenos para mí.
Lección número 2 del día: no me gustan los papeles con sellos y letras porque los pierdo todos, me vuelven loca y despistada, así que no son buenos para mí.
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