Llevo días sin dibujar y acordándome de ti. Tanta ansia por volver y me amordaza el bloqueo. ¿Cómo es posible encerrar el silencio en mi cabeza? Me persiguen las horas. El reloj imaginario que tiñe la paciencia va más deprisa que yo. Debería volver al papel, a tachar, a pensar, pero la prisa me apremia y, aunque no diga nada, las voces vuelven a ocupar su sitio. Es probable que alguién lo entienda... Quizás si esto lo escribiera P. B. tendría más sentido.
¡Qué ingenioso dibujo! Me gusta
ResponderEliminarUn abrazo
Tu zapatera estará encantada, con tu original dedicatoria.
ResponderEliminarHola Irene, he descubierto tu blog y me encanta! me apunto de seguidora y además te he dejado un regalito en mi blog!
ResponderEliminarpor cierto, cuentame un poquito sobre las clases de pintura!!! :)
ohh q suerte tiene tu zapatera!! es precioso!
ResponderEliminarsaludos :)
La zapatera está encantanda. Te deseo mucha suerte. Besos
ResponderEliminarte quiero mucho
Isabel
Al sobrino de la zapatera y primo de la bloguera pintora también le ha gustado muchísimo. Y tiene un poco de envidia! ;) Muchos besos
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