Ir al contenido principal

Galletas...

Mummmmmmm, galletas, galletas, galletas...
Mi placer y mi tormento. Ay, que soy adicta a morder galletas; digo a morder, porque confieso que no las saboreo, no, no puedo; literalmente engullo. Pero ¿por qué no las aborrezco?, de tanto morder galletas, tengo cara de campurriana.
No lo puedo evitar, sé que están en ese armario dichoso que me llama, en esa caja tan bonita que me dice ven, dentro de ese plástico tan ruidoso que, todo hay que decirlo, a veces me impide alcanzar mi tan deseada galleta. Quizás, la solución es cambiar el sitio, cambiar la caja, hacer más ruidoso (si cabe) el envoltorio...
Pero de momento, no tengo clara la cura de este "mal"; así que a partir de ahora mi lema será: si no puedes contra ellas, cometelas...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Quedarme callada...

Llevo días sin dibujar y acordándome de ti. Tanta ansia por volver y me amordaza el bloqueo. ¿Cómo es posible encerrar el silencio en mi cabeza?  Me persiguen las horas. El reloj imaginario que tiñe la paciencia va más deprisa que yo. Debería volver al papel, a tachar, a pensar, pero la prisa me apremia y, aunque no diga nada, las voces vuelven a ocupar su sitio. Es probable que alguién lo entienda... Quizás si esto lo escribiera P. B. tendría más sentido.

Mi espacio...tú taller



Calentando motores

Imagen previa del local. Uhuuuuu ya queda menos... Os seguiré mostrando avances...