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Quietecita estás más guapa....

Que soy torpe, y qué? no pasa nada... Voy por la vida como una locomotora, si echara humo, sería una de las de verdad... Así me va, hablo sin pensar porque pienso demasiado rápido y a mi boca no le da tiempo a escuchar lo que tiene que decir mi cabeza que, seguramente sea políticamente más adecuado que lo que traduce mi lengua.
A mi torpeza la alimentan las prisas, con lo cual estoy planteandome que mi propósito para el 2012 va a ser, tachán tachán: ir más despacio, ir casi de puntillas, flotar en el tiempo, con suerte así no me quedaré calva, que  tanto estrés hace estragos en mi pelo...

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Quedarme callada...

Llevo días sin dibujar y acordándome de ti. Tanta ansia por volver y me amordaza el bloqueo. ¿Cómo es posible encerrar el silencio en mi cabeza?  Me persiguen las horas. El reloj imaginario que tiñe la paciencia va más deprisa que yo. Debería volver al papel, a tachar, a pensar, pero la prisa me apremia y, aunque no diga nada, las voces vuelven a ocupar su sitio. Es probable que alguién lo entienda... Quizás si esto lo escribiera P. B. tendría más sentido.

Propuesta de Santo para todos los días

Catorce de Febrero de 1987... D.P. se sienta en el pupitre de al lado y ¡tachán! me regala un sacapuntas; yo. le miro, me pongo del color de la sandía abierta más fresca del verano y le regalo mi goma de borrar. Pasé el resto del día sacándole punta a los lápices y, sin poder borrar, porque le había regalado el bien más preciado de una niña en el cole ( las gomas de borrar están muy infravaloradas ) al niño más guapo de toda mi clase de 2º A. Así es como yo entiendo este día y el resto de los días del año; ofrecer a alguién que tú crees especial algo que para tí encierra un gran valor cuando menos te lo esperas ( os aseguro que yo con 7 años no me lo esperaba ). Quisiera desde este humilde espacio tan público, desear a todos los humanos y extraterrestres, a todos aquellos a los que les corre sangre por las venas y a los que les corre horchata, a todos los conocidos y desconocidos, a los que piensan en verde y a los que no piensan, a los que no ven más allá de sus narices y a los que

Mi espacio...tú taller